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La que se avecina en 2023: Iberia-Air Europa, BBVA-Villarejo, Prisa-Indra, Unicaja, Abengoa y Celsa

Iberia Air Europa 2023
Iberia Air Europa 2023
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

En este 2023 que acabamos de estrenar, las grandes historias empresariales serán prácticamente las mismas con que comenzaba 2022, si bien ha habido giros de guión en los últimos meses y seguro que habrá más en los próximos. Así, tenemos la eterna fusión de Iberia y Air Europa, los problemas judiciales de BBVA con Villarejo, la quebrada Prisa (con el añadido del escándalo de Indra), la guerra de poder en Unicaja Banco y los grandes concursos de acreedores: Abengoa y Celsa.

Empecemos por la operación aérea. Después de la ruptura de la fusión que adelantó OKDIARIO en diciembre de 2021, Iberia adquirió un 20% de Air Europa por 100 millones (valora el 100% en 500) y se garantizó un año de negociaciones exclusivas que vence en marzo. A falta de tres meses, ambas compañías mantienen visiones radicalmente opuestas: la filial de IAG sólo habla de fusión, que considera una cuestión de Estado para potenciar el hub de Barajas; pero el discurso de la empresa de Juan José Hidalgo es el de «accionista de referencia» y seguir en solitario con o sin Iberia ya que espera haber vuelto a beneficios al cierre de 2022 (dentro de esa estrategia, está renovando su flota a toda prisa).

Jesús Nuño de la Rosa, CEO de Air Europa.

Evidentemente, las dos visiones son incompatibles y se acabará imponiendo una. En el mundillo se dice que Hidalgo está trabajando con algún banco de inversión para estudiar opciones para maximizar el precio, es decir, para sacar más de los 500 millones citados. Para ello, le interesa dejar pasar el deadline de marzo (ahora que ya no le agobian las pérdidas) y así poder negociar con otros candidatos, como Air France, que ya se interesó a principios del año pasado como también adelantó este periódico. Iberia tendrá derecho de tanteo, pero a un precio mayor, y Air Europa tendría más opciones, incluyendo la de seguir en solitario con un nuevo accionista de referencia.

Carlos Torres, en el aire

La historia de BBVA y Villarejo es el cuento de nunca acabar. La instrucción comenzó en 2018, la última prórroga vence el 29 de enero y todo apunta a que volverá a alargarse el plazo. Pero las cosas han cambiado mucho en el último mes. El juez y el fiscal se han hartado de las maniobras del banco para entorpecer la investigación -el famoso forensic de PwC- y han exigido que se revelen multitud de hits, es decir, de documentos que el BBVA ha intentado mantener en secreto por todos los medios.

villarejo bbva correos
Carlos Torres, presidente del BBVA.

¿Por qué? Pues probablemente porque dejan clara la implicación de Francisco González en la contratación del excomisario -nadie se cree que en el BBVA se tomara una decisión de ese calado a sus espaldas- y tal vez salpiquen a su sucesor en la presidencia, Carlos Torres. Si eso se traduce en una imputación por parte de Manuel García-Castellón, tendrá que abandonar el cargo, con el consiguiente terremoto para la entidad, que ya está sumida en una crisis de gobernanza por la guerra abierta entre Torres y su consejero delegado, el turco Onur Genç. Si todo se viene abajo, no descarten una operación corporativa que solucione la sucesión. En España o fuera.

Los chanchullos de Prisa

El gran escándalo de finales de 2022 ha sido sin duda el asalto a Indra por parte del primer accionista de Prisa, el fondo Amber de Joseph Oughourlian, facilitado por el Gobierno para compensarle de las pérdidas sufridas en el quebrado grupo mediático progubernamental (El País y la Ser). Un asalto que ha rematado con el vergonzante visto bueno de la CNMV, que no le obligará a lanzar una opa sobre el 100% a pesar de su evidente concertación con la SEPI y el grupo vasco SAPA Placencia. El supervisor bursátil dice que hay «cooperación» pero no «concertación», chúpate esa.

Oughourlian Indra
Josep Oughourlian, presidente de Prisa y accionista de Indra. CARLOS ROSILLO

Sin perder un segundo, Oughourlian ya ha anunciado la división de la tecnológica para pegar el pelotazo con la venta de Minsait (la parte civil) e incluso negocia un contrato de Prisa con Indra, como ha informado OKDIARIO. Más complicado lo tiene en Prisa, que los grupos mediáticos españoles no quieren tocar ni con un palo y los extranjeros, como Vivendi, se encuentran con el veto de Moncloa. Para evitar el default, ha lanzado una emisión de bonos convertibles a la que no van a acudir todos los accionistas. Pero eso es pan para hoy y hambre para mañana. Claro que, en año electoral, el Gobierno no va a permitir que se hunda su principal aliado, y es probable que los acreedores traguen y sigan aplazando lo inevitable.

La sucesión de Unicaja

Esta historia es mucho menos relevante, pero algunos medios la están inflando de tal manera que parece que el sistema financiero español está al borde del abismo. Nada de eso; simplemente, es una lucha de poder de las de toda la vida. Cuando Unicaja Banco y Liberbank acordaron fusionarse hace ahora dos años, llegaron a un compromiso para salvar la operación, que estuvo a punto de romperse por estas cuestiones: Manuel Azuaga (procedente de Unicaja) sería presidente ejecutivo hasta junio de 2023 -el BCE no se lo permitía más allá de esa fecha- y entonces todo el poder pasaría al consejero delegado, Manuel Menéndez (Liberbank), que a cambio tendría que ser reevaluado en ese momento. Menéndez lo tenía hecho porque contaba con el apoyo de Braulio Medel, entonces presidente de la Fundación Unicaja, que es el principal accionista de la entidad fusionada.

Unicaja
Manuel Azuaga, presidente de Unicaja, y Manuel Menéndez, CEO.

Ahora bien, eso ha provocado la rebelión de las fuerzas políticas malagueñas que temen que la entidad pierda su «malagueñidad», que «manden los asturianos» y que «el pez chico se coma al grande», sin tener en cuenta la mejora de la gestión y de la cotización en Bolsa, que ha culminado con su entrada en el Ibex 35. Han conseguido llevarse por delante a Medel y quieren sustituir a los consejeros afines al histórico presidente por otros de su cuerda. Lo tienen complicado porque el consejo actual debe presentar un plan de sucesión al BCE este mismo mes, que, obviamente, tiene que respetar los acuerdos de fusión. Pero a buen seguro que las maniobras de los ‘rebeldes’ van a continuar hasta junio, la guerra no ha terminado.

Concursos y Santander

Otro de los grandes temas del año nuevo será la avalancha de concursos de acreedores con la nueva crisis que se avecina; y si la recesión es profunda, ni les cuento. De momento, tenemos a Abengoa (otro cuento de nunca acabar), que al menos tiene un par de ofertas para quedarse con las filiales viables. Todo apunta a que se impondrá la del fondo Utramar y Siemens a la presentada por el chicharro Urbas. Más complicado está lo de la siderúrgica Celsa, con una deuda de casi 3.000 millones. Aquí estamos ante otra situación típica: los acreedores exigen quedarse con la empresa a cambio de salvarla y los dueños, la familia Rubiralta, se niegan. Pero cuando estás quebrado, no sueles tener más remedio que ceder, salvo que te proteja Moncloa como a Prisa.

Ana Botín y su nuevo CEO, Héctor Grisi.

Por último, hoy toma posesión el mexicano Héctor Grisi como consejero delegado del Santander. Aquí la duda, como siempre, es si va a mandar, es decir, si va a tener poder real. El único CEO que quiso tener ese poder fue Andrea Orcel y la cosa acabó como el rosario de la aurora. Ya saben el dicho de los Botines y los botones. Feliz año a todos.

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